Trascripción literal del texto recogido en la obra: “Historia de Antequera” de Francisco Barrero Baquerizo (1732)
Hay más otra hermandad en dicha Parroquia, cual llaman de las benditas Ánimas del Purgatorio, por ser su instituto hacer el bien por ellas. Fundóse en 15 de septiembre de 1675 años, y se aprobaron sus ordenanzas, y constituciones en 12 de noviembre de dicho año por el doctor don Alonso Gutiérrez de Montalvo, Canónigo de la Santa iglesia Catedral de Málaga, Provisor y Vicario general de dicha ciudad y obispado; por el ilustrísimo señor don Fray Alonso de Santo Tomás Enríquez. Fueron los piadosos fundadores de esta hermandad las personas siguientes: El licenciado Francisco de Santos Guerrero, Cura de la Parroquia de San Pedro, el Licenciado José Berdún y Maestre, Antón Pardo, Francisco Muñoz Moreno, Alonso de Castilla, Bernardo Palomo, Diego Pardo, Juan Pérez Bernal, José Terreros, el Licenciado Juan Pérez Bernal, Tomás González de Espejo, Francisco Ruiz de Cuevas, Manuel de Zurita, Juan de Anderete, Juan Bautista Ibáñez, José Martín, Jerónimo Terreros, Juan Montero, Juan del Rio, Francisco Fernández de Arroyo, Juan Defrutos, Alonso Pérez, Fernando Pérez Bernal, Francisco García Camacho, y Juan Carrasco.
Sírvese esta hermandad en la Capilla y altar del Santísimo Cristo Crucificado de la Salud y de las Aguas, en cuyo altar se saca un Ánima del Purgatorio en cualquier día de la semana, celebrando misa en él cualquier sacerdote. Así mismo se gana en él, cuarenta días de indulgencia, que concedió en el año 1726 el ilustrísimo Señor don Diego de Toro y Villalobos obispo de Málaga a las personas, que rezasen 5 Padre Nuestros y 5 Ave Marías gloriados Así mismo ganan los hermanos de dicha hermandad las indulgencias siguientes: que concedió para siempre jamás la Santidad de Inocencio Undécimo en Roma, día 11 de julio de 1678 años como consta de su bula, que dicha hermandad guarda en su archivo, y parece también de una tabla, que está fijada en el Coro de dicha Parroquia.
Primeramente, en el día, que entrasen a ser hermanos de dicha hermandad estando Confesados, y Comulgados, ganan indulgencia plenaria. En el día del señor San Juan Bautista de cada año, ganan todos los fieles hermanos, y no hermanos, estando Confesados, y Comulgados, si visitasen el templo del dicho Señor San Juan, o la capilla de dicha hermandad, desde Vísperas hasta el siguiente día puesto el sol, indulgencia Plenaria.
Los hermanos, que inarticulo mortis, estando Confesados, y Comulgados, invocasen el Santo Nombre de Jesús, y no pudiendo con la boca, lo hacen con el corazón ganan indulgencia Plenaria.
En los tres días de Carnestolendas, y en el penúltimo Domingo del mes de Noviembre, visitando dicha Iglesia, o Capilla, estando Confesados y Comulgados, ganan siete años de perdón, y otras tantas cuarentenas.
Todas las veces que he dicho hermano asistiesen a las Misas y divinos oficios Cantados, o rezados en dicha Iglesia, o asistieren a las congregaciones públicas, o particulares de dicha hermandad, o si hospedaren en sus casas algunos Pobres, o compusieren, o hicieren componer paces o amistades entre enemigos, o asistieren a los entierros de cualquier difunto, o vistieren a cualquier pobre, o asistieren a cualquier procesión de dicha hermandad, o a la del Santísimo Sacramento, cuando se lleva a los enfermos, o en otras ocasiones, y si estuvieren impedidos, en oyendo la campana en dichas funciones, rezaren un Paternóster y un Ave María, o si las rezaren cinco veces por las Ánimas de los hermanos difuntos, o redujeren a su salvación a alguno, o enseñaren los mandamientos de Dios, y aquellas cosas necesarias ad Salvandum, o ejercieren obra de Caridad, por cada cosa de lo dicho, y de dichas obras gana setenta días de indulgencia.