El Santísimo Cristo de la Salud y de las Aguas es oficialmente Patrón de Antequera desde el año 2004 aunque su acendrada y enraizada devoción se remonta por más de tres siglos y medio, siendo su génesis en concreto las rogativas por lluvia que a su encomienda tuvieron lugar en el año 1668 y que obtuvieron la gracia de la Misericordia Divina, configurándose desde entonces su advocación “de la Salud y de las Aguas” y estableciéndose sus cultos que se han mantenido y perdurado en el tiempo, tanto externos: la Procesión, como internos: Novenarios y Funciones, y que hoy se conforman en las dos Novenas celebradas durante los dieciocho primeros días del mes de mayo con sus respectivas Funciones Religiosas, que son ofrecidas por diversos gremios, colectivos y asociaciones representando a todo el tejido social de la ciudad. La Salida Procesional tiene lugar el sábado siguiente a la finalización de los novenarios.
A lo largo de los tiempos han sido numerosas las ocasiones en que los antequeranos recurrieron en sus necesidades de salud y agua a su intercesión.
La Imagen del Patrón de Antequera se data entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII siendo atribuida por los expertos a la producción de la escuela antequerana de la época y señalándose a José Fernández como posible autor.
Su Trono Procesional es obra en su talla de Pedro Lara y en sus elementos orfebres del Taller del platero antequerano Martín Ansón, siendo su cruz de maderas de ébano y palosanto donación de D. Javier Bores Romero. Conserva todos sus elementos originales con el aditamento del techo de Palio bordado (Taller Mendoza y Aguilar, Málaga 2004) y la recuperación de la Ráfaga Plateada (Pepe Cantos -Platero-, Antequera 2018). Su estreno tuvo lugar en 1897, cumpliéndose pues en el presente 125 años de la realización de esta obra de estilo neogótico, tan en boga en aquellos años, y constituyendo en su conjunto una obra de gran carácter, personalísima y muy singular.